No interrumpas mi sueño universal
en escaladas de falsas ventiscas prometidas
ni arremetas enrojecido de silencios
el Aconcagua que aglomera ilimitado los vuelos iniciales.
Perfil de trincheras recogen esperanzas
en la hostil liberación de arrugadas expresiones
donde el cielo manchado de comedias
aplasta implacable
la entelequia del pesado rincón que resistes.
Aberturas cerradas de luz
acostumbran ofensas que conmutan olvido
y la nada humilla inmóvil en su retina muerta.
No interrumpas mi sueño universal
mientras desciendes evaluando palabras
aduciendo soledades
y sol traspasa dilatado el camino señalado
acopiando recuerdos repetidos
en el cristal opaco del ahogado ropaje
que insiste en tu mirada fóbica de mañanas.
Ya no regreso.
Y no menea el corazón en el partir
apenas laten ofendidos los deseos
de poesías sin leer.
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